Cómo prevenir y resolver fallas de comunicación en la escuela: guía para una comunicación escolar efectiva
- Claudia Navarro Corona
- 16 ago
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 ago
¿Sabías que hasta el 30% de los mensajes institucionales pueden contener errores o malentendidos que afectan la coordinación escolar? Una comunicación poco clara genera confusión, desgaste del liderazgo y pérdida de confianza en el equipo.
En este artículo encontrarás cómo diagnosticar, prevenir y resolver fallas comunicativas en contextos escolares, con estrategias prácticas y respaldadas por estudios para fortalecer el trabajo en equipo y mejorar el clima organizacional.
Qué entendemos por fallas de comunicación institucional; el enemigo de la comunicación escolar efectiva
Las fallas comunicativas son interrupciones, errores o ineficiencias en los flujos de información que circulan dentro de una organización. En el contexto escolar, esto puede significar desde un mensaje mal redactado que provoca confusión en los docentes, hasta la exclusión de actores clave en una decisión que requiere su participación.
Lingard y sus colegas (2004), en un estudio observacional de 90 horas de comunicación en entornos organizativos, identificaron cuatro tipos principales de fallas:
Falla de contenido: Información incompleta, inexacta o confusa.
Falla de ocasión: Mensajes enviados en momentos inadecuados.
Falla de audiencia: Exclusión de personas relevantes en la comunicación.
Falla de propósito: Información que no genera acción ni resuelve problemas.
Otros autores, como Berger (2015) y Gustad (1962), han añadido fenómenos como la distorsión de mensajes, la ausencia de retroalimentación y el exceso de formalismo, que suelen agravarse en estructuras jerárquicas rígidas, como las de muchas instituciones educativas.

Cómo se manifiestan en la escuela
Aunque estas categorías suenan teóricas, en la práctica están presentes en situaciones cotidianas:
Equipos directivos que evitan informar sobre decisiones difíciles, generando rumores y desconfianza.
Instrucciones sobre actividades escolares que resultan ambiguas y se interpretan de forma diferente entre áreas.
Reuniones que se limitan a exponer información sin permitir diálogo o acuerdos concretos.
Sobrecarga de mensajes por correo o grupos digitales sin jerarquía ni priorización, lo que provoca que la información importante pase desapercibida.
Cada uno de estos ejemplos no solo retrasa el trabajo, sino que erosiona lentamente la confianza y el compromiso de la comunidad escolar.
Impacto de las fallas comunicativas en la gestión escolar
Las fallas de comunicación no solo generan confusión: también deterioran el clima laboral y la capacidad de liderazgo. Entre sus consecuencias más comunes están:
Descoordinación operativa: instrucciones contradictorias que causan fricciones entre áreas (Sutcliffe et al., 2004).
Desmotivación y pérdida de confianza: cuando el personal siente que no es escuchado o que recibe información fragmentada (Gustad, 1962).
Decisiones erróneas: la falta de información clara puede llevar a errores que afectan directamente a los estudiantes y sus familias (Umberfield et al., 2019).
¿Te has enfrentado a estos retos de comunicación en tu escuela? En WeDoEd diseñamos espacios de aprendizaje para reflexionar y fortalecer el liderazgo educativo, con herramientas que pueden transformar estas dificultades en oportunidades.
Estrategias para diagnosticar las fallas
El primer paso para mejorar la comunicación institucional es saber dónde y cómo se están produciendo los problemas. Para ello, pueden aplicarse varias herramientas:
Observar patrones: detectar repeticiones de instrucciones, confusiones recurrentes o canales ignorados (Barnhill et al., 2021).
Recoger percepciones internas: a través de encuestas y entrevistas que revelen cómo se interpreta y utiliza la información en la comunidad escolar (Hulea, 2010).
Mapear los flujos formales e informales: identificar cómo circula realmente la información, tanto por canales oficiales como por redes informales o rumores (Zerfass & Volk, 2020).
Para prevenir, la clave está en establecer protocolos claros, priorizar la información relevante y garantizar espacios de retroalimentación regular (Ditlevsen, 2018; Neamtu & Neamtu, 2015; Wilson & Litterini, 2012).
Cómo prevenir las fallas de comunicación
La prevención no debe ser una reacción improvisada, sino parte del plan estratégico de la escuela. Algunas medidas clave incluyen:
Protocolos claros: Definir qué se comunica, por qué canal y en qué momento.
Priorización de mensajes: Evitar la saturación informativa calendarizando y jerarquizando la información (Neamtu & Neamtu, 2015).
Espacios de retroalimentación: Reuniones periódicas, buzones digitales o encuestas breves que permitan al personal expresar dudas y sugerencias (Wilson & Litterini, 2012).
Estrategias para resolver fallas ya existentes
Cuando una falla comunicativa ya ha ocurrido, el tiempo de respuesta y la transparencia son cruciales:
Reconocer el problema: Admitir el error genera confianza y abre la puerta a soluciones colaborativas.
Rediseñar el canal: Simplificar el formato o cambiar el medio de comunicación si se detecta ineficacia.
Mediación interna o externa: En casos de conflicto, un mediador neutral puede facilitar la recuperación de la confianza (Dimon, 2019).
Monitorear resultados: Evaluar periódicamente si los cambios han mejorado la comunicación y hacer ajustes cuando sea necesario (Zerfass & Volk, 2020).
Conclusión: comunicar para liderar
La comunicación en la escuela no es un accesorio, sino el eje que sostiene la organización y el liderazgo. Cuando es clara, bidireccional y estratégica, no solo evita errores, sino que fortalece la cohesión, motiva a los equipos y mejora la calidad educativa.
Invertir en diagnósticos, prevención y resolución de fallas comunicativas es, en realidad, invertir en el bienestar y el éxito de toda la comunidad escolar. Como señala Zerfass & Volk (2020), la gestión de la comunicación debe integrarse en la gobernanza institucional, no como un proceso aislado, sino como un motor constante de valor y sostenibilidad.
La comunicación clara y estratégica es una forma de liderazgo. En WeDoEd seguimos explorando cómo fortalecer la gestión educativa con herramientas prácticas y visión innovadora. Te invitamos a continuar este camino de aprendizaje con nosotros.
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Referencias
Berger, C. R. (2015). Communication Failure/Miscommunication. The international Enciclopedia of Iterpersonal Communication. DOI:10.1002/9781118540190.wbeic233 https://www.researchgate.net/publication/314694396_Communication_FailureMiscommunication
Dimon, V.G. (2019). Communication and Leadership. In M. Negreponti Delivanis (ed.), International Conference «Global interferences of knowledge society», November 16-17th, 2018, Targoviste, Romania (pp. 25-32). Iasi, Romania: LUMEN Proceedings. https://doi.org/10.18662/lumproc.121
Ditlevsen, M. G. (2018). Communication Policies. The International Encyclopedia of Strategic Communication 240-246. https://doi.org/10.1002/9781119010722.iesc0034
Gustad, J. W. (1962). Communication Failures in Higher Education. Journal of Communication, 2, 11-22. https://doi.org/10.1111/J.1460-2466.1962.TB01517.X.
Hulea, C. (2010). Communication in organizations as a work device. Annals of the University of Petrosani: Economics, 10, 197-206. https://ideas.repec.org/a/pet/annals/v10y2010i3p197-206.html
Lingard, L., Espin, S., Whyte, S., Regehr, G., Baker, G. R., Reznick, R., et al. (2004). Communication failures in the operating room. Qual Saf Helt Care13(5); 330. doi: 10.1136/qhc.13.5.330. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15465935/
Neamtu, D. M., & Neamtu, M. (2015). Efficient communication in business strategies. Science journal of business management, 3, 24. https://doi.org/10.11648/J.SJBM.20150301.14.
Sutcliffe, K. M., Lewton, E., & Rosenthal, M. M. (2004). Communication failures: an insidious contributor to medical mishaps. Academic Medicine, 79, 186-194. https://doi.org/10.1097/00001888-200402000-00019.
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